Quien haya podido leer la famosa novela del escritor Dan Brown “El código Da Vinci” o al menos quien conozca el hilo argumental de la misma sabrá que dicha novela gira en torno a la teoría de que Jesucristo tuvo descendencia con Maria Magdalena y que esta descendencia llegó hasta la monarquía merovingia y que desde entoces permanece mas o menos oculta y protegida de los “ataques” de la siempre “malvada” Iglesia Católica interesada en mantener el asunto en secreto para evitar que se cuestione su propio poder.
Para el lector mas o menos experimentado en este tipo de literatura populista y anticlerical la obra no resiste ni el más mínimo análisis crítico, no dejaría de ser un panfleto filomasónico más encaminado a lo mismo que se encaminan todas las obras de ese genero, es decir, destruir los cimientos de la Iglesia, de la cristiandad y de la misma civilización occidental si se me permite, pero es posible que esta obra en concreto tenga una mayor relevancia que otras que le han precedido a lo largo de la historia, primero por su éxito de ventas y su difusión a nivel mundial y segundo porque cabe la posibilidad que el mensaje subliminar que el “adversario” transmite en su obra pueda representar una escalada en las ambiciones de los autoproclamados Hijos de Caín, o lo que es lo mismo, fracmasones.
Para ponernos en situación hablaré de un oscuro personaje que según las escrituras aparecerá al final de los tiempos, el llamado Anticristo, el se hará pasar por el Mesías verdadero y se disfrazará de oveja de la paz y será seguido por muchos, el Mesías tiene que cumplir necesariamente una condición indispensable, tiene que ser un descendiente de la raiz de Jesé, o lo que es lo mismo, descendiente de la casa de David, esto se cumple en Cristo, evidentemente, el suplantador, el impostor tendrá que aparentar cumplir este requisito, es decir, el llamado anticristo se hará pasar por un descendiente de la casa de David.
Bien, volviendo al tema principal Jesús es ese mesías del que hablan las escrituras, y en el culmina el linaje de los reyes de Israel, en él se corta el linaje de David y de la casa de Jesé, o eso creiamos, al menos hasta que apareció la astuta engañifa de “El Código Da Vinci” que de manera voluntaria o involuntaria reconstruye (evidentemente de manera falseada) un linaje que desciende de la casa de David a través de Jesucristo, una teoría que tiene un doble objetivo, destruir los dogmas católicos y reconstruir el linaje mesiánico, el segundo punto de la novela nos dice que la descendencia de Jesús recae sobre la monarquía merovingia y sus descendientes, y por consiguiente en toda la realeza europea ostentora de la legítima soberanía nacional, este punto hay que analizarlo con sumo cuidado, al parecer y según información no confirmada, estos merovingios, estos “supuestos” descendientes de Cristo estarían ligados a las logias del enemigo, mas concretamente hay información que apunta a su filiación Illuminati con todo lo que ello conlleva, es decir, construir un supuesto linaje mesiánico que desemboca en aquellos que precisamente luchan por instaurar el reinado del anticristo en la tierra.
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¿Podría ser El Código Da Vinci una intentona de la masonería por construir ante la opinión pública mundial y de manera encubierta un linaje “Iluminati” que desembocaría en la proclamación del futuro Anticristo como soberano mundial legitimado por esa supuesta descendencia sagrada?. No podemos contestar con rotundidad a dicha pregunta, aunque los indicios, sin duda avanzan por ese camino, el Gobierno Mundial se acerca y su soberano, a quien Satanás dará su poder tendrá que salir antes o después de su madriguera, mientras tanto, trabajan los que le preparan el camino.
Desde LA ENCICLOPEDIA DEL MISTERIO rogamos máxima difusión a este artículo por ser una pieza importante de cara a desenmascarar la estrategia de manipulación de los enemigos.
Gracias a todos de antemano.